Hoy 21 de febrero es Día Internacional de la Lengua Materna.
Para celebrar esté día voy a publicar un interesante artículo de los Cucapás. Muchas felicidades!!
- Ernesto Sosa Rocha
Primeramente su servidor voy a narrarles un poco de la introducción y los primeros indicios de la medicina en este lugar, como este grupo étnico practicaba esta actividad.
Los cucapàs desarrollaron un sistema de ideas mágico-religiosas y un concepto para designar el espacio, ejerciendo prácticas mágico-curativas.
Los que curaban eran los chamanes o curanderos, llamados Sokwiya. Estos especialistas podían ser hombres o mujeres, durante los sueños recibían poderes otorgados por dioses y espíritus de la naturaleza. El oficio de chamán o guama como también les llamaban, era familiar, los hijos lo aprendían del padre y las hijas del padre o la madre.
El chamán revisaba el cuerpo del enfermo y el enfermo le informaba sus dolencias; cantando el chamán solicitaba al dios o al espíritu que lo guiaba, que le revelara el tratamiento adecuado, era indispensable que se durmiera.
Los chamanes atendían enfermedades de los niños, mal de ojo, males del estomago, heridas de flecha o heridas de bala, fracturas de hueso y otras mas.
Un chamán especial trataba las enfermedades ocasionadas por las visitas de fantasmas y el robo de almas; otros curaban las heridas de flecha o de garrote; otro curaba la neumonía y erupciones de la piel.
Cuando un bebé había fallecido, su cuna no se incineraba, la rompían y la aventaban al río, pensaban que si la quemaban no tendrían más hijos. Cuando nacían gemelos se consideraban de origen celestial.
Los curanderos Cucapàs empleaban el tabaco ¨akwal¨ que se daba silvestremente, lo utilizaban en las pipas de carrizo o en cigarros liados con hoja de maíz, para las curaciones.
La familia era la responsable del cuidado de los enfermos y de los rituales de purificación, educación, recreación y orden social.
Si una lechuza cantaba de noche cerca de la casa se interpretaba como advertencia de muerte de alguno de los habitantes. Cuando un coyote aullaba por la noche o en la madrugada, anunciaba la muerte de un amigo.
Inwabhela era el territorio espiritual y metafísico a donde iban las almas de los cucapàs muertos. Animales y objetos también tenían alma y su correspondiente territorio espiritual. Plantas y árboles no tenían almas, pero podían tomar forma humana si un chamán se los pedía.
Según sus creencias, el alma se localizaba en todo el cuerpo. A veces miraban almas flotando en el aire sobre la pira funeraria de la incineración.
Kamuyun, hombre cabelludo, era el patrón de los chamanes, les daba conocimientos para curar erupciones de la piel. En las montañas San Jacinto, en California, vivía el dios Somalitup señor de los vientos fríos y de las nubes. El junto con Mistau o Umpotkwila, otorgaban poderes a los chamanes.
La tierra o el barro lo utilizaban en forma de lodo como ornamento en el pelo y para evitar los piojos y con los minerales preparaban pigmentos para ornamento facial, corporal y medicinal.
La atención médica no existía aquí en Mexicali, las necesidades se cubrían acudiendo a Yuma.